Biografía y obras:
Pintor destacado perteneciente a la Escuela Veneciana del
s.XVI, Tiziano recoge en sus inicios el testigo dejado por Giorgione para
evolucionar en los presupuestos por él introducidos relativos a luz, color y
percepción, tan distintos ya de los empleados por los anteriores maestros
venecianos quattrocentistas (las líneas son más imprecisas, predomina el color,
los contornos se difuminan…), llegando en su vejez a crear composiciones que
asombrosamente prefiguran formalmente el posterior impresionismo.
Tiziano es un pintor de la alegría, la sensualidad y la
elegancia, como se puede apreciar en sus conocidas composiciones de carácter
mitológico, además de un avezado observador de la realidad y del carácter
humano, tal y como atestiguan los múltiples retratos que realizó (tipología
destacable en su producción por la originalidad que consiguió imprimirle,
conformándose en maestro de posteriores pintores).
Oriundo de la región de Cadore, Tiziano nace en el seno de
una conocida familia en un año aún por determinar (se cree que su alumbramiento
se debió producir hacia 1487). Junto con su hermano será enviado a Venecia en
fecha temprana, entrando a formarse al taller del mosaísta Zuccato primero y de
los pintores Gentile y Giovanni Bellini después. Sin embargo, y según palabras
de los teóricos Dolce y Vasari, Tiziano, sintiendo mayor inclinación por el
nuevo estilo propio del Cinquecento, adoptará la resolución de tomar por
"maestro" finalmente a Giorgione.
Tanto asimilará el estilo de este pintor que incluso hoy día
existen dudas con respecto a la atribución de determinadas obras, puesto que
será mucha la perfección que Tiziano alcance en la imitación de su estilo.
Existirían también obras consideradas pertenecientes a su periodo
"bellinesco" aunque su autoría presenta dudas igualmente.
Su primer encargo seguro, ejecutado a medias con Giorgione,
dataría del año de 1508: los frescos de la fachada del Fondaco dei Tedeschi,
perdidos en la actualidad debido a una mala conservación. Esta obra contribuirá
a que sea llamado a Padua para pintar en la Scuola de San Antonio los milagros
del santo o las Tres historias de San Antonio (1510-1512).
De regreso en Venecia (1513), el Consejo de los Diez encarga
a Tiziano una pintura de temática histórica para la sala del Consejo Mayor del
Palacio Ducal, optando finalmente éste por una obra acerca de la batalla del
Cadore. Esta obra, llamada la Gran Batalla, fue destruida en el año de 1577 y
tan sólo se conoce cómo debió ser gracias a algunos dibujos y copias.
Encargos de esta época asimismo serán las obras Noli me
tangere, su original obra alegórica El amor sagrado y el amor profano y algunos
de sus famosos retratos de féminas, tales como Flora.
En fecha de 1516 el prior de los Frari le encomienda la
ejecución de una obra para el altar mayor de su iglesia, encargo que dará lugar
al óleo la Asunción (1518). El reconocimiento por este último trabajo vendrá a
sumarse a la fama que Tiziano había venido cosechando, resultando determinante
a la hora de comenzar a recibir solicitudes de fuera de Venecia. En Ferrara
entre 1516 y 1520 trabajará realizando algunos retratos para los Este y la
decoración de tema mitológico del gabinete del duque Alfonso (la serie conocida
como "las Bacanales"), además de algunos cuadros de gentilhombres de
la corte.
Compone algunas obras de temática
religiosa en estos años, como el retablo Pésaro para la iglesia dei Frari
(1519-1526) y el Políptico de Brescia (hacia 1522), además de un Descendimiento
de Cristo finalizado en 1525. De esta fecha dataría asimismo el retrato de
Federico Gonzaga con un perro (unos años antes Tiziano habría entrado en
contacto con la corte de los Gonzaga en Mantua, además de con una corriente que
resultará decisiva en su posterior evolución: la manierista).
Después de ejecutar en 1527 un
destruido políptico para la veneciana iglesia de los Santos Juan y Pablo,
Tiziano recibirá el encargo de pintar un retrato del emperador Carlos V, siendo
nombrado posteriormente por el mismo "retratista oficial", además de
investido con diversos cargos nobles. Esta colaboración le resultará sumamente
provechosa, puesto que en un futuro será su hijo, Felipe II, uno de sus mejores
clientes.
De estos años son algunos
retratos de personajes pertenecientes a las principales familias de Italia,
como Hipólito de Médici o Isabel del Este, además de diversas obras de temática
religiosa y mitológica. El maestro también entrará en contacto, gracias a
Sebastián Serlio, con la corte de Urbino, para cuyo duque y su familia
ejecutará diversas obras, entre las que se encuentra la famosísima Venus de
Urbino (1538).
Su etapa manierista puede decirse
que se manifiesta con fuerza en la obra la Batalla de Cadore, que ultima en
estos años, además de en la decoración de los techos de la iglesia del Santo
Spirito in Isola (1542-44), abundante en escorzos y claroscuros, en el cuadro
la Alocución de Alfonso de Avalos (1541??) y en el Ecce Homo de Viena (1543).
Tras su San Juan Limosnero de
1545, Tiziano vuelve a los retratos: Clarice Strozzi, Paulo III, el denominado
Joven inglés y el escritor Pietro Arentino. En Roma, adonde parte en octubre de
este mismo año, continúa con esta tipología, aunque realizará también obras de
temática religiosa y mitológica, caso de la famosa Dánae encargada por el
sobrino del Papa, Octavio Farnesio.
Después de un breve paso por
Florencia, donde sus servicios son rechazados por el Gran Duque Cosme I, y
Venecia, en 1547 Tiziano acepta la invitación de Carlos V a Augsburgo,
encaminándose hacia la corte un año después con su hijo y su sobrino. Aquí,
Tiziano, continúa con su producción de retratos: Carlos V, glorioso vencedor en
Mühlberg, a caballo, Felipe II, Antonio Anselmo, el obispo Ludovico Beccadelli,
e incluso Juan Federico de Sajonia, el derrotado.
En estas fechas se cree que debió
pintar también su famosa Venus con el organicista (hacia 1548), modelo
posterior de otras versiones de Venus. Y sobre 1549 realizará además, para la
hermana del emperador, María de Hungría, la serie conocida como Las Furias, de
la cual tan sólo se conservaron dos lienzos: Sísifo y Ticio.
En 1551 regresa a Venecia (no hay
que olvidar que habría conseguido el cargo de pintor oficial en 1516), aunque
todavía mantiene relaciones de trabajo con la corte de Augsburgo, realizando en
estos años para Felipe II obras como Venus y Adonis, unas cuantas Dánae, Diana
y Acteón y Diana y Calisto, además de una serie de cuadros de temática
religiosa.
Siguientes obras serán la
Transfiguración de San Salvatore de Venecia y el Retablo de San Sebastián para
la capilla votiva de Niccoló Crasso . La producción tizianesca de estos años
presenta algunas dudas puesto que, debido a que el pintor debe hacerse cargo
cada vez de un número mayor de encargos, recurrió con frecuencia a sus
colaboradores.
También comienza a ser apreciable
en su manera de pintar una inmediatez en el trazo cada vez mayor, así como la
creación de atmósferas "dramáticas" (que tanto recuerdan a
Rembrandt), características que desembocarán en los años 70 en obras donde el
pincel grueso e impreciso y los contrastes lumínicos y de color protagonizan
sus cuadros.
Ejemplos de esta nueva forma de
concebir la pintura son el Santo Entierro (1566), la obra conocida como La
religión socorrida por España, la Coronación de espinas (1570), Tarquino y
Lucrecia o el Descendimiento de Cristo, pintado por Tiziano en principio para
la iglesia de los Frari, donde fue enterrado al día siguiente de su muerte el
27 de agosto de 1576.